Texto: Javier Vázquez-Prada/CAP-Madrid
El próximo 11 de noviembre el Armellini Pipa Club organiza en Varese la Gara Nazionale di Lento Fumo, vamos su Fumada que nadie que pueda debería perderse porque además, el día anterior se celebran los cien años de existencia de las pipas Santambrogio. Recordemos y resaltemos para quien no lo sepa, o quizás haya querido olvidar que tanto Vilma Armellini, como Stefano y Sara Santambrogio forman parte del CAP-Madrid en su calidad de socios de honor.
Cuando se cumplieron los primeros cincuenta años de las pipas Armellini algunos nos acercamos a Varese para asistir a los actos organizados, a veces tres días escasos dan para muchas cosas, para vivir muy variadas e intensas sensaciones. Cierto es que Armellini fue mi primera pipa italiana y con ella descubrí todo un universo de la pipa que con el tiempo se ha ido agrandando con tantos nombres de pipas y artesanos que no es del caso citar en este momento, además, seguro que ellos se reconocen en esta cita. Con el tiempo descubrí que el presidente Pertini tenía a las Armellini entre sus preferidas, esto acrecentó mi interés por la marca. No digo esto por nada especial, solamente lo hago porque me gusta recordar y hacer recordar la digna figura de Sandro Pertini y las pipas eran casi inseparables de su imagen.
Aquel viaje lo hice en compañía de Christian y Michele, aquello parecía que iba a generar un chiste de aquellos de “iban un francés parisino, un italiano de Roma y un español astur, va el francés y dice…” y siempre queda bien la nacionalidad de quien lo cuenta. En fin, no fue el caso. Lo cierto es que Michele nos esperaba en el aeropuerto de Malpensa, un aeropuerto que no es que me pareciera que estaba en medio de la nada, pero si que estaba lejos de todo. De tantas cosas que vivimos durante nuestra estancia quiero detenerme en una en concreto, la visita al taller Armellini.
Lo primero que quiero decir es que al entrar en casa de los Armellini cualquier socio del CAP-Madrid puede sentir parecidas sensaciones, en las paredes cuelgan algunos diplomas de nuestras fumadas, algún texto publicado en nuestra página y, destacado, el diploma de socia de honor de Vilma. Además, hay muchas fotos de Mauro y de la familia que acompañan a vitrinas repletas de pipas con las que se hace la historia de la firma Armellini.
Tenía un especial e indefinido interés en visitar el taller del que curiosamente, nadie hablaba. Era festivo y Vilma y su club bastante tenían con organizar su fumada del año que se celebraría al día siguiente. Vilma nos acompañó en la visita al taller que se encuentra en una nave vecina a la casa. Como en cualquier otro festivo el taller estaba en absoluto silencio, recuerdo su limpieza extrema, y todas las máquinas enmudecidas. En las paredes algunas pintadas que llamaron la atención y quise traerme en las fotos dos de ellas. Una dice, Vivere nel cuore di chi resta significa non morire mai” cerrada por una fecha, 18.05. La otra está escrita sobre la pared blanca, tiene forma de verso,
Il coraggio
la forza
la passione
Mio PaPá
Reinaba el silencio en el taller, ya ha quedado dicho antes, ni una sola molécula de polvo de serrín flotaba en el ambiente, como todos los festivos no había nadie trabajando, ni Vilma, ni su hijo Matteo, ni operario alguno, pero afirmo que se podía sentir la presencia de un espíritu amigo que todo lo llenaba. Al salir tropezamos con algunas pilas de buen brezo a la espera de una mano maestra dispuesta a trasformarlo en excelentes pipas, o quizás, a la espera del espíritu bueno que guie esa mano maestra